¿Cómo es la Psiquis de cada Signo?

La astrología no afirma la idea de un plan previo a través del cual los as­tros imponen un desti­lo al hombre. Este plan depende, en su desarrollo, de una correlación permanente entre el carácter profundo y el destino.

El destino, este destino, no es más que la actualización, la concretización y también la proyección de la personalidad que construye su propia vida según un plan del cual el individuo es el arquitec­to. Se trata de descubrir ese plan que permanece, por lo general, en el pla­no del inconsciente. Este plan define una estructu­ra de la existencia super­puesta a la de la personalidad: facilidad venusina en tal campo de la vida, inhibición saturnina en tal otra, expansión jupiteriana en aquél… Así, se distribuyen nuestras pul­siones internas en los diferentes departamentos de la existencia y se presentan nuestros “climas” particulares: suerte en el amor, desgracia en dine­ro, amistades…

Por ello todos los pro­nósticos han de situarse a un nivel interno formulándolo no en términos de hechos exteriores sino en el hecho psíquico. Es­tos hechos obedecen a un inconsciente cuyos contenidos no pueden emerger directamente a la conciencia, fueron re­primidos, expulsados de ella y la censura les pro­híbe el retomo.

Más próximo a la conciencia está el preconsciente, lleno de contenidos que pueden ser conscientes en otros momentos y que la persona no tiene presentes ahora, como los acuerdos olvidados y conocimientos desa­tendidos que la con­ciencia puede recupe­rar. El nivel conscien­te en el cual tenemos la intuición inmediata de las propias percepciones y representa­ciones, es el escenario de los deseos, las pul­siones y, en general, las fuerzas tendenciales re­primidas, estrechamente vinculadas a las necesidades orgánicas.

Todos estos niveles de conciencia configuran la psiquis de cada persona, es decir, los procesos conscientes e incons­cientes por los que se de­sarrolla la vida mental misma. Los representan­tes de cada signo com­parten, sin duda, caracte­rísticas psíquicas que merecen estudiarse.